Tengo la utópica creencia de que, al morir, cada uno tiene su propia versión privada del paraíso. Que dependiendo de lo que la persona creyera, su posvida cambia de acuerdo a ello.
Si uno cree firmemente en que existe el Cielo y existe el Infierno, por ejemplo, por qué no tendría derecho a pasar su vida eterna de acuerdo a lo que creyó toda su vida? Que los católicos sean felices en el Cielo, que los hippies reencarnen en mariposas, qué se yo. Cada uno tiene derecho a su pequeño pedacito de Paraíso.
Ayer, día Miércoles 13 de Mayo del 2009, falleció mi bisabuela. Era y siempre fue una fuerte creyente del catolicismo.
Estoy feliz por ella, y espero que esté descansando en paz en su Cielo.
Porque después de lo altruista que fue en su vida y lo caóticos y confusos que fueron sus últimos meses, se lo merece.
Si existe, seguramente tu bisabuela allí estará; si no existe, ella entonces inventará un paraíso como lo soñó para esperarnos con papas fritas y huevos fritos recién hechos.
ResponderEliminarJaja si, Pa... no me sorprenderia :P
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